José Miguel Cuesta Puertas / José Rubio Sánchez
Una frase resuena en nuestra mente, una frase muy popular en los tiempos de juventud, pero que aún continúa cobrando sentido mientras nos sugiere infinitas posibilidades:
HAY OTROS MUNDOS, PERO ESTÁN EN ESTE.
¿Y si tuviéramos la capacidad de ver lo invisible? ¿Y si nuestros ojos captaran realidades fuera del alcance de su percepción? ¿Qué universo se abriría ante nosotros? ¿Podríamos soportarlo?
Eso mismo le ocurrió a nuestro personaje: Martín Navalón.
Un niño que despierta, de forma casual, sentidos que la mayoría de los seres humanos mantienen aletargados. Gracias a ese «don» pudo resolver un gran enigma.
Esta es su historia